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¿Por qué sentimos dolor?
El dolor es un fenómeno complejo que involucra múltiples factores fisiológicos y psicológicos. Como explica el Dr. Lorimer Moseley, el dolor es una " experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial ", e involucra procesos neurofisiológicos complejos que incluyen la activación de nociceptores y la transmisión de señales nociceptivas al cerebro. Sin embargo, el dolor no es solo un simple reflejo del daño tisular, ya que el Dr. David Butler señala que el dolor es "una respuesta protectora del cuerpo al peligro o amenaza real o percibida ". Por lo tanto, el dolor puede considerarse una experiencia subjetiva que está influenciada por una variedad de factores biológicos, psicológicos y sociales, como señala la Dra. Kathleen Sluka.
Factores clave
La naturaleza subjetiva del dolor significa que puede variar mucho de una persona a otra y puede verse influenciado por una variedad de factores psicológicos, incluidas las emociones, las creencias y las expectativas, como explica la Dra. Joanne Waller. Los aspectos psicológicos del dolor están íntimamente ligados a los procesos neurofisiológicos implicados en la percepción del dolor . El Dr. Clifford Woolf señala que el dolor es lo que la persona que lo experimenta dice que es, lo que sugiere que la experiencia subjetiva del dolor está determinada por el cerebro y el sistema nervioso del individuo. Esto significa que las intervenciones psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, pueden ser eficaces para tratar el dolor crónico al abordar los factores psicológicos que contribuyen a la percepción del dolor .
Además de los factores psicológicos, el dolor puede verse influido por factores ambientales y sociales. Según la Dra. Esther Pogatzki-Zahn, el dolor puede verse afectado por los antecedentes culturales, el entorno social y las interacciones con los proveedores de atención médica del paciente. Esto destaca la importancia de un enfoque integral para el manejo del dolor que aborde no solo los aspectos físicos del dolor, sino también los factores psicológicos, sociales y culturales que pueden influir en la percepción del dolor.
El sistema nervioso
La experiencia del dolor implica una interacción compleja entre varias estructuras y procesos en el sistema nervioso, como el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos (aquellos en los que pensamos en los dedos de las manos y los pies). Cuando se produce daño, los receptores especializados en los nervios periféricos detectan los estímulos dolorosos y envían señales a lo largo de los nervios hasta la médula espinal, hasta el cerebro, que se procesan e integran en la experiencia general del dolor.
La corteza somatosensorial, que es responsable de procesar la información sensorial del cuerpo, incluido el tacto, la temperatura y el dolor, es un actor importante en nuestra experiencia del dolor. Como explica el Dr. Moseley, "el cerebro crea la experiencia del dolor en respuesta a la información del cuerpo". Otras áreas del cerebro involucradas en el procesamiento del dolor incluyen la ínsula, que juega un papel en los aspectos emocionales y afectivos del dolor, y la corteza cingulada anterior, que está involucrada en los procesos de atención y toma de decisiones relacionados con el dolor.
El dolor no está determinado únicamente por la extensión o la naturaleza del daño tisular. Más bien, como señala el Dr. Woolf, "el cerebro tiene la capacidad de modular la intensidad y la calidad del dolor a través de vías descendentes desde el tronco encefálico". Esto significa que los factores psicológicos y sociales, además de experiencias pasadas con el dolor, pueden afectar la experiencia del dolor.
control cognitivo
El control cognitivo del dolor implica el uso de estrategias cognitivas y conductuales para modular la experiencia del dolor. Este enfoque se basa en el reconocimiento de que el dolor es una experiencia compleja y multidimensional que involucra no solo información sensorial sino también procesamiento cognitivo y emocional.
1. Modulación de la atención: Uno de los principales mecanismos por los que se produce el control cognitivo del dolor es a través de la modulación de la atención. El Dr. Michael Sullivan, psicólogo clínico e investigador del dolor, señala que "la atención es una de las herramientas más poderosas que tenemos para controlar el dolor". Al desviar la atención del dolor y hacia otros estímulos, las personas pueden reducir la intensidad y lo desagradable de su experiencia dolorosa.
2. Estrategias de afrontamiento: Otro aspecto importante del control cognitivo del dolor es el uso de estrategias de afrontamiento. La Dra. Beverly Thorn, psicóloga clínica e investigadora del dolor, explica que "las estrategias de afrontamiento son esfuerzos deliberados para controlar la angustia relacionada con el dolor". Estas estrategias pueden implicar participar en actividades que distraigan el dolor, como escuchar música o participar en pasatiempos, o usar técnicas de relajación como la respiración profunda o la relajación muscular progresiva.
3. Reevaluación cognitiva: el control cognitivo del dolor también implica el uso de la reevaluación cognitiva, que implica cambiar la forma en que uno piensa sobre el dolor. La Dra. Tamar Pincus, psicóloga de la salud e investigadora del dolor, señala que "la reevaluación implica reformular el dolor de una manera más positiva, como verlo como un desafío en lugar de una amenaza". Se ha encontrado que este enfoque es eficaz para reducir la intensidad y el malestar del dolor.
4. Apoyo social: finalmente, el control cognitivo del dolor también puede implicar el uso de apoyo social. El Dr. Steven Linton, psicólogo clínico e investigador del dolor, explica que "el apoyo social implica buscar ayuda y apoyo de los demás". Esto puede incluir hablar con familiares o amigos, participar en grupos de apoyo o buscar ayuda profesional de un proveedor de atención médica.
En general, el control cognitivo del dolor implica una variedad de estrategias conductuales que pueden ayudar a las personas a manejar su experiencia de dolor. Mediante la modulación de la atención, el uso de estrategias de afrontamiento, la reevaluación cognitiva y la búsqueda de apoyo social, las personas pueden reducir el impacto del dolor en su vida diaria.
Conclusión
El dolor es un fenómeno complejo y multifacético que involucra múltiples factores fisiológicos y psicológicos. Al adoptar un enfoque integral para el manejo del dolor que aborde los factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales que pueden influir en la percepción del dolor, los proveedores de atención médica pueden ayudar a mejorar la vida de quienes padecen dolor. Como señala el Dr. Jeffrey Mogil, el dolor es un importante problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo, y la investigación continua sobre los mecanismos del dolor y el desarrollo de nuevos tratamientos es esencial para reducir su impacto.
Ha habido avances significativos en la comprensión y el tratamiento del dolor en los últimos años. El Dr. Robert Gatchel señala que ahora hay una amplia gama de tratamientos disponibles para el dolor, incluidos medicamentos, fisioterapia y otros enfoques no farmacológicos.
This article has been written by Adey,
RecoverFit Physiotherapist.
Adey Saunderson
BSc MCs MHCPC MCSP
Having worked in professional sport for over 10 years, which included the Rugby Premership and The English Football League, Adey has a wealth of experience with dealing with injury and rehabilitation in the sports world. His desire, commitment, people skills and knowledge are why he has a great reputation in the clubs and teams he has been involved with. Alongside working for RecoverFit, Adey also works in the military as a physiotherapist.
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